El vigilante exclamó: “¿Guzmán? No hay ningún Guzmán aquí, a ver déjeme ver”, mientras rebuscaba algo sobre su escritorio notoriamente confundido. Cuando agarré mi celular para llamar directamente al tal Guzmán, me contestó una voz en un tono algo grave diciéndome “¡Ah! ok, ok ahí salgo”. De pronto, apareció aquel hombre en la puerta principal de la estación de bomberos ubicada en Santa Isabel, vestido con un flamante uniforme rojo representando su inminente orgullo de ser bombero. Renzo Javier Tupac Guzmán es un joven de 25 años de edad, quien lleva siete años de ser bombero, y con las ganas de poder pertenecer al grupo “Elite Usar Perú” (grupo de rescate a nivel Nacional) para poder ayudar así a su país y sacarlo delante de alguna u otra manera.
La gran fábrica de pinturas
La Navidad de 2015, cuando el reloj apuntaba exactamente las doce de la noche, Renzo había tenido una discusión bastante intensa con sus padres y por ello decidió pasar esa noche en la estación junto con sus queridos compañeros. Eran más o menos las 12:10 de la madrugada cuando empezó a sonar la alarma. Automáticamente todos empezaron a alistarse de manera rápida para dirigirse al catastrófico incidente que estaba ubicado en Trapiche. Ellos fueron la primera unidad de bomberos en llegar. Se dieron con la sorpresa que era una fábrica de pinturas que se incendiaba en pleno día festivo. Este fue el incidente más fuerte que ha sido testigo nuestro entrevistado.
La ternura en momentos difíciles
Cuando le pregunté qué fue lo que pensaba en el preciso instante de camino al incidente, sin pensarlo dos veces me dijo “en mi sobrina” con una voz de ternura combinada con firmeza. Hablaba de una pequeña llamada María José que en ese entonces solo tenía 5 años, hija de su hermana la cual adora muchísimo y considera como si fuera suya, también dijo “pedirle al de arriba que me cuide pues, ¿no?” dando a entender que le estaba pidiendo a Dios que lo ayude a salir bien de aquel incendio para llegar a casa y poder reencontrarse con su querida sobrina.
La fiesta que lo llevó a ser un bombero
Una madrugada, entre risas y chacota, acompañado de sus amigos, se regresaba de una fiesta, cuando de repente se dio cuenta que estaba por una estación de bomberos en la cual había un anunció que decía sobre un voluntariado; En aquel momento, cuando Renzo leyó el cartel se dio con la idea de volver para preguntar y así lo hizo. Al día siguiente, regresó de manera inmediata y se inscribió, y llegó establecer un vínculo entre los bomberos hasta el día de hoy y dentro de esos vínculos estaba Erika, una bombera de 32 años que lo ayudó en muchos aspectos dentro de la compañía, formando así una estrecha y larga amistad.
El interesante bebé
Una tarde tranquila dentro de la estación, un 18 de enero de 2016, entró una llamada desesperada de una señora alarmando a todos, diciendo que su bebé se había caído por un tragaluz dentro de su hogar y que necesitaba de los bomberos para poder rescatarlo. Inmediatamente, Renzo junto con sus compañeros corrieron para ayudar a la criatura. Se encontraba impactado al cien por ciento, ya que nunca había tenido una emergencia de esa magnitud. Un nervioso Renzo se puso las cuerdas en el cuerpo y bajó lentamente con su linterna, mientras la desesperada madre se quedó en la superficie sollozando que rescaten a su bebé. Al llegar hacia la criatura, quedó perplejo con tal sorpresa, ya que al darse cuenta de que el tan anunciado “bebé” no era exactamente un niño, sino un pequeño siberiano entristecido con la pata rota, en ese momento le causó mucha gracia ya que él estaba algo atemorizado, aun así pensó : “es una vida, no? todo vale” , amarró al cachorro junto a su pecho subiéndolo despacio para poder entregárselo a la asustada madre y darle calma a los dos, después de tal separación que llegaron a tener.
Futuros sufrimientos evitados
Este muchacho comenta que no tiene hijos, pero que si un día llega a tenerlo, no le recomendaría ser un bombero. Cuando le pregunté el porqué de su respuesta, me dijo de manera fría y seria que sus padres viven con la angustia todos los días y que eso no quisiera pasar él en un futuro .Pero que si su hijo decide ser un bombero por si solo, si lo apoyaría por que cuenta como decisión propia no porque Renzo se lo recomendó ni mucho menos lo obligó, para así poder estar sin sufrimientos.
Ni un solo centavo
¿El gobierno les da algo de dinero para sus implementos?. Ni un solo centavo, fue su respuesta directa mezclada con indignación. “El estado no nos da ni un solo centavo para cubrir los gastos de los implementos que requiere un bombero”, comenta que ahí cada uno debe solventar de su propio bolsillo para comprar ciertos utensilios necesarios para cubrir una emergencia de la mejor manera. “Aquí cada uno se compra sus cosas; por ejemplo, hay solo 10 uniformes completos para 10 bomberos y son 100 bomberos en total, ya te puedes imaginar pues”, dejando en la claro la falta de apoyo por parte del gobierno hacia las personas que más se arriesgan y luchan por salvar las vidas poniendo en peligro las suyas.
Por Alexandra Diaz Penas